María Sánchez Díez periodista española que ha trabajado en medios estadounidenses como ProPublica y Univisión y actualmente es editora en The Washington Post, ha impartido en el XX Congreso de Periodismo Digital de Huesca la ponencia “El periodismo con y para la audiencia” en la que ha defendido la importancia de pasar de un concepto de “audience engagement” entendido como postear enlaces en las redes sociales a otro basado en “una relación constante y beneficiosa para las dos partes”, para lo que ha mostrado algunos ejemplos y herramientas disponibles.
La periodista ha señalado que tradicionalmente se ha entendido el engagement como “pelotazos de tráfico”, atendiendo a datos como el tiempo en páginas o los contenidos compartidos, pero que ahora se está viviendo en un cambio cultural en la que los lectores son parte de todo el proceso periodístico.
María Sánchez ha subrayado que los medios de comunicación han construido modelos de negocio “basados en premisas engañosas” al atender a los intereses y datos de plataformas como Facebook, cuando luego incluso se ha mostrado que sus métricas eran falsas, por lo que se está produciendo un cambio cultural para girar hacia la gente y centrarse en sus necesidades reales “en vez de ser cada vez más vulnerable a los caprichos de las grandes plataformas”.
La ponente ha destacado que en esta nueva cultura el papel lectores no comienza cuando reaccionan a un contenido, sino que se incorpora en todas fases del proceso periodístico, y así pueden votar los temas de las historias, contribuir al reporteo, enviar preguntas… para lo que ha señalado que hay distintas herramientas que los periodistas pueden usar para lograr un resultado participativo.
“Ejemplos tan rudimentarios como un formulario de Google al final de una historia para que el lector participe puede dar lugar a resultados maravillosos”, ha señalado Sánchez, que ha ilustrado este concepto de relación con la audiencia con diversos proyectos en los que ha participado, como mostrar la experiencia de viaje de inmigrantes ilegales en camiones cerrados, las dificultades para votar de minorías o los casos de familias separadas en la frontera.
María Díez ha comentado herramientas tecnológicas como Coral Project -para recoger testimonios y contactar con las fuentes- o GroundSource -programa de boots que ha señalado que se usó para dar información de servicio en sus móviles a emigrantes ilegales que no querían ir a centros oficiales durante un huracán-, pero ha señalado que esta relación también se construye en persona, con encuentros con los lectores o ejemplos como el periódico que ante la falta de testimonios de discriminación por parte de musulmanes recurrió a repartir folletos ante algunas mezquitas.
Sánchez ha señalado también que esta línea de trabajo plantea retos como que es costosa, en tiempo y esfuerzos, y por lo tanto cuesta asumir por las empresas, pero ha resaltado los beneficios que puede aportar, ya que los lectores pueden ser fuentes, colaboradores, inspiradores, miembros de una comunidad y si se aporta valor “llegar a suscriptores como culmen de un modelo de negocio”.